domingo, 12 de julio de 2009

Que pena, mi mente no deja de imaginar


Desperté en la mañana, medio exaltado por la noche anterior, mi cara sudaba y mi corazón palpitaba. Recordaba de poco, las escenas de una película que mi mente recrea como juego de ajedrez, no quiero saber mas de mi, no quiero saber mas de ti, pero mi mente juega conmigo como muñeco de un niño que aprende a soñar.
Lo primero que recuerda mi mente, es verte de frente, tu cama sigue igual de intacta como la dejé la última vez, con ese aroma fresco el cual me hacia entrar dentro de tal fantasía. Estabas vestida como siempre, sonrojada frente a mi, era un ambiente especial, de pronto me mirabas, me besabas y me tocabas, no podía seguir siendo mas feliz, quien iba a pensar que debía despertar.
De pronto, sin mero aviso me dijiste: "estoy embarazada", mi cara de volvió hacia ti de golpe, te mire, casi con llanto en los ojos, tenia miedo, entonces te pregunte: "¿estás segura que es mio?" me miraste con cara de espantada, pero te cambio el rostro y me respondiste firmemente, "no querido, es tu hijo" quede pensando y no recuerdo mas, me envolví en mi propio pensamiento, quizás de alegria, quizás de tristeza, nadie lo sabrá porque es solo una ilusión de mi mente que juega como un niño conmigo, que pena y que tristeza darme cuenta que no la puedo controlar, me da miedo saber ello, me da miedo de solo pensarlo.
Para terminar mi humilde peripecia debo admitir que debo dejar de soñar, si así te aprendo a olvidar...