Adiós

Darme cuenta... como mi alma se va, como se extingue y se muere poco a poco, dulce y fría agonía de cada día de no saber si sobreviviré o pereceré ante mis propios impulsos. Mirar, saber que existe, quizás es odio, quizás no me importas, solo sé que arrancaste mi alma de una manera tan cruel, creo que ya no soy tan fuerte como creían mis antepasados, solo vuelvo a ser el polvo de donde me creaste, hombre super poderoso regresame mi alma, la necesito para poder respirar el aire de mi ciudad.
Estúpida ironía, es una burla a mi manera de sentir ¿Acaso no tienes corazón? creo que no, o quizás sea yo quien no lo tiene, lo guardamos en una caja de pandora y la llave solo la tienes tu, no sabes que otro cuerpo me da miedo.
Ya es hora del adiós, nunca creí que llegaría, quizás siempre tuve esa ilusión desbordante de tu sonrisa, quizás solo tuve una idea que quien eramos. Lo más difícil del adiós es saber que no estás que existe un infinito y no es multiplicado por dos, es solo una ecuación con una interrogante de la cual no puedo resolver, creo que eramos perfectos, tan perfectos que la imperfecciones eran crueles juegos del destino, dulces momentos, dulces tristezas, eramos el silencio en un mundo incomprendido, solo sé que eras mi paz, mi alegría, mi agonía, mi desesperación, mi mente consumida por un pensamiento, por un asqueroso pensamiento, una asquerosa situación, una paradoja de lo que llamamos amor, una paradoja la cual destruyó mi alma, la partió en dos, la mimetizo con la oscuridad, la llevo al vacío y finalmente a la cajita donde se encuentra mi corazón.
Creo que el adiós es más fácil cuando somos crueles, cuando nos abofeteamos los unos a los otros, cuando no miramos a los ojos sabiendo que lloramos porque no queremos irnos, creo que soy el único que se quiere quedar, solo así es la vida, creo que es mi momento de sufrir nuevamente, para volver a nacer, una vez más, donde mi camino es paralelo al tuyo, donde se limitan... se limitan con el amor que perdí, con el amor que perdimos... con el amor que escapo de nuestras manos, adiós niña de los chocolates, adiós mi niña, adiós a ti, ahora somos un par de desconocidos, que alguna vez compartieron una cama, que el calor se fugo entre sus poros, que compartieron un sentimiento, que no ha acabado, que se guarda, para ser grandes quizás, solo dime adiós, adiós.